Agencia AJN.- Israel recibió la aprobación final de los 35 experimentos científicos, médicos y educativos que serán realizados como parte de la Misión Rakia (cielo en hebreo), por el astronauta israelí Eytan Stibbe a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Los experimentos recibieron la autorización de la Fundación Ramón, la Agencia Espacial de Israel y el Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología, y están destinados a «ahorrar muchos años de investigación a cientos de investigadores e ingenieros de docenas de empresas, universidades y hospitales israelíes».
El programa Rakia forma parte de Axiom Space Ax-1, la primera misión privada del mundo a la ISS. Stibbe viajará a la ISS a bordo de una cápsula SpaceX Dragon el 31 de marzo, para convertirse potencialmente en el segundo astronauta israelí en el espacio.
La misión estará comandada por el astronauta hispano-estadounidense Michael López-Alegria, vicepresidente de Axiom Space, y contará con la participación del piloto de la misión Ax-1, Larry Connor, empresario estadounidense e inversor activista, y Mark Pathy, especialista de la misión Ax-1 e investigador canadiense, además de Stibbe, quien pasó varios meses de intenso entrenamiento con la NASA para los 35 experimentos y los preparativos generales de la misión.
La misión en su conjunto «será pionera en una nueva fase de utilización de la microgravedad entre entidades no gubernamentales, sentando las bases para la plena realización de las posibilidades de la órbita terrestre baja y trayendo a la Tierra hallazgos críticos», según Axiom Space.
Israel propuso, inicialmente, a científicos y empresarios, 44 experimentos tras una convocatoria abierta a finales de 2020 y se eligieron 35 en coordinación con la NASA y la Agencia Espacial Europea.
Los proyectos seleccionados reflejan un amplio espectro de disciplinas científicas y tecnológicas, como la radiación, la genómica, la inmunología, el funcionamiento neuronal, la comunicación cuántica, la astrofísica, la agrotecnología, las comunicaciones, la óptica, la oftalmología, los dispositivos médicos y la investigación de enfermedades.
Uno de los experimentos que realizará Stibbe en el espacio son los de orina, es decir, análisis y cribado de la orina para obtener información médica, utilizando la tecnología desarrollada por Healthy.io, el fabricante israelí de una aplicación para smartphones aprobada por la FDA, que permite a los usuarios realizar análisis de orina en casa.
En la categoría de alimentos, Stibbe llevará a cabo una investigación sobre el impacto de la falta de gravedad en el cultivo de células animales que componen el tejido muscular para la carne cultivada, junto con la startup israelí Aleph Farms, una empresa que cultiva carne directamente a partir de células de ganado. El estudio, según la empresa, hará avanzar la capacidad de Aleph para «desarrollar un proceso completo de producción de carne cultivada para misiones espaciales de larga duración y construir un proceso de producción eficiente que reduzca la huella medioambiental en la Tierra».
Otro experimento relacionado con la alimentación, denominado «Hummus espacial», estudiará el cultivo de garbanzos en el espacio, dirigido por el Dr. Yonatan Winetraub, uno de los fundadores de la nave espacial Beresheet, así como por científicos e ingenieros de Israel y de la Universidad de Stanford, el equipo Moon2Mars Ventures, D-Mars y estudiantes del Centro de Ciencias de Yeruham.
Con respecto a la importancia de los experimentos, el astronauta israelí explicó que ayudarán a «docenas de investigadores a avanzar en su importante trabajo, a comprometerse con la sostenibilidad en beneficio de la vida en la Tierra, a ayudar a la industria espacial israelí a integrarse en el ámbito internacional, público y comercial, y a impulsarla».
En relación a la misión, la ministra de Innovación, Ciencia y Tecnología del Estado Judío, Orit Farkash-Hacohen, afirmó que la industria espacial mundial está experimentando una «revolución» y que Israel debe promover el aspecto civil de este campo, al tiempo que lo integra en el sector tecnológico israelí.
La misión Rakia «forma parte de un importante proceso de potenciación de esta industria», agregó Farkash-Hacohen.
En la misma sintonía, Inbal Kreiss, experto en la industria espacial y presidente del comité científico y tecnológico del programa Rakia, aseguró que la misión es una «oportunidad sin precedentes para que los empresarios e investigadores israelíes avancen en sus ideas innovadoras y prueben sus experimentos en un entorno espacial, avanzando así en la investigación y el conocimiento en este campo».
Se espera que el éxito de los experimentos científicos «conduzca al establecimiento de empresas espaciales y a la creación de puestos de trabajo», añadió Kreiss, que también es jefe de la División de Sistemas de Innovación de Misiles y Espacio de IAI (Industrias Aeroespaciales de Israel)