Agencia AJN.- Entre las legislaciones polémicas sobre las que se llegó a un acuerdo entre Binyamin Netanyahu y los partidos judíos ultraortodoxos, hay una que permitirá negarse a atender a determinados clientes, «debido a creencias religiosas».
Lo que a muchos lleva a pensar de que es un eufemismo para dar luz verde a la discriminación de grupos minoritarios, principalmente la comunidad homosexual, sostuvo un informe del canal 13 de Israel.
La «Ley Antidiscriminatoria» de Israel prohíbe a propietarios de comercios discriminar en la prestación atención al cliente por muchas razones: raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual, afiliación política, también por edad.
El cambio que pretende hacer el gobierno de Netanyahu en la ley es permitir que los empresarios discriminen «por creencias religiosas». Está claro quiénes son los objetivos inmediatos de la modificación en la ley: la comunidad gay, las mujeres y los árabes.
Además respecto a los eventos en los que hay separación por género, la ley, por supuesto, permitirá eventos de este tipo financiados con fondos públicos.
A modo de ejemplo, el informe del canal 13 expuso que una pareja de la comunidad gay que quisiera casarse en un salón de banquetes puede hacerlo actualmente ya que está prohibida la discriminación y son pasibles de recibir multa quien rechace el alquiler.
Con la nueva ley los propietarios del salón de eventos podrán rechazar el alquiler a parejas homosexuales aduciendo razones de fe religiosa.
Otro caso que podría tener lugar con la modificación de la ley es que en caso donde dos hombres o mujeres se presenten como «padres» o «madres» de un menor puedan ser rechazados en la recepción de un hotel «por creencia religiosa».
Esta situación puede generar que el término «creencia religiosa» se convierta en una «palabra mágica» que pueda utilizarse para legalizar cualquier discriminación en Israel.
Quien habla de liberalismo debe permitir libertad, igualdad y seguridad para la comunidad gay. El entrante primer ministro Netanyahu ya declaró que no habrá cambios en los derechos de homosexuales.
Entonces, si Netanyahu tiene ambas manos en el volante, parece que él mismo está permitiendo este daño a esa comunidad. Y sí él, está realmente a favor de los derechos de la comunidad LGTB, como declara, es también quien puede detener esta modificación a la ley.