Agencia AJN.- En Israel la vivienda es un tema que siempre está en la agenda del día. No es fácil el acceso a la misma, tanto sea para pagar un alquiler, que suelen ser muy altos, como el echo de comprar una propiedad.
Solo este año el valor de los inmuebles aumentó alrededor del 20%, y no son pocos los israelíes que deciden mudarse a los suburbios, volver a vivir con sus padres, o pasar a casas rodantes.
En la zona de Haifa y Carmel, contrariamente, residentes judíos tomaron una decisión sorprendente y alquilan viviendas en Isfiya, una aldea drusa en donde comienzan una nueva vida.
Janan Alon, profesor de yoga y que vive en una casa alquilada en Isfiya, dio su testimonio a la televisión estatal israelí (KAN), que presentó un informe sobre el tema.
Presentando su casa contó: «Acá recibo a mis clientes para tratamientos, masajes, fisioterapia. Todo es nuevo, todo está diseñado con alto nivel. Tengo esta increíble vista al Dalit al-Carmel», expresó mostrando su vivienda a las cámaras.
«Por esta casa, más el consultorio pago 4.200 shekels (1.186 dólares estadounidenses). Vengo de Ramat Gan (una ciudad en las afueras de Tel Aviv), por algo similar hubiera pagado diez mil shekels (2.825 dólares)», explicó.
También Mina Ben Nun, artista, vive en la aldea drusa. «Viví durante 15 años en Atlit con mi pareja, criamos juntos hijos, fue mi segunda relación y fue buena. Un día me levanté y me fui. Entré aquí y sentí que era mi hogar», contó.
«Es agradable vivir aquí, es un mundo diferente», cuenta Ilan Ronan, líder de proyectos de desarrollo agrícola en África, que vive en Isfiya desde 2010.
“No uso el auto, la mayor parte de la semana salgo en colectivo y camino porque disfruto usar el transporte público de la ciudad, no buscar estacionamiento”, dice Ilan, quien vive en Isfiya desde 2010. En el resto del país los israelíes son adictos al uso de vehículos.
Por su parte Mina agrega: «A veces voy por los restaurantes de la aldea, es como estar en un pueblo entre Italia y Grecia». “Incluso en la mentalidad de los pobladores es como viajar al extranjero sin subirse a un avión. Y sí, hay gente que vendrá porque es más barato. ¿Lo disfrutarán? ¿Será justo lo que ellos quieren porque es económico vivir aquí? No lo sé», dijo.
«Este lugar es, para mí y para la gente que conozco de acá, el sitio que nos permite vivir en este país anormal una vida normal», puntualizó Mina.