Agencia AJN.- Al menos nueve civiles murieron y decenas resultaron heridos tras el lanzamiento de cohetes, al parecer por parte del ejército turco, hacia varios lugares turísticos de la gobernación de Duhok, en la región del Kurdistán iraquí.
Los vídeos que se difundieron desde el lugar de los hechos muestran a personas corriendo y gritando mientras se oyen explosiones de fondo. En otras imágenes se ve a los heridos acostados en la parte trasera de los camiones, así como a grandes multitudes frente a los hospitales locales.
El alcalde de Zakho, Muhsin Bashir, expresó que un pueblo del distrito fue bombardeado por Turquía en dos ocasiones, y agregó que Turquía alegaba que miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) «paseaban por el pueblo, lo que llevó a Turquía a bombardearlo».
El primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kazemi, envió al lugar del bombardeo al ministro de Asuntos Exteriores y a una delegación de seguridad del país para investigar el incidente y visitar a los heridos.
Kazemi condenó los ataques el miércoles por la tarde, diciendo que «las fuerzas turcas volvieron a cometer una clara y flagrante violación de la soberanía iraquí y de la vida y la seguridad de los ciudadanos iraquíes».
El primer ministro iraquí advirtió que Irak se reserva el «pleno derecho» de responder a los ataques turcos, y afirmó que «tomará todas las medidas necesarias para proteger a su pueblo, y hará que la parte agresora asuma todas las consecuencias de la escalada en curso».
«Si bien Irak aprecia y se adhiere a los principios de buena vecindad y rechaza categóricamente el uso de sus tierras por cualquier parte para atacar a sus vecinos, rechaza, por otra parte, el uso de justificaciones de seguridad para amenazar la vida de los ciudadanos iraquíes y atacar el territorio de Irak, lo que se considera un repudio de los principios de buena vecindad, los acuerdos internacionales, las relaciones y la cooperación conjunta», aseguró Kazemi.
El primer ministro iraquí ordenó la preparación de un expediente completo de las «violaciones turcas en curso» para presentarlo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Kazemi tenía previsto celebrar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional del país el miércoles por la noche.
El líder político chiíta iraquí Muqtada al-Sadr propuso una serie de medidas para que el gobierno iraquí tomara contra Turquía en respuesta al ataque, entre las que se incluyen la reducción de las relaciones diplomáticas con Turquía, el cierre de los aeropuertos y pasos terrestres entre ambos países, la presentación de una queja ante las Naciones Unidas y la cancelación del acuerdo de seguridad existente con Turquía.
Cientos de iraquíes protestaron en múltiples lugares del país tras el atentado, pisoteando y quemando banderas turcas y realizando manifestaciones frente a la embajada de Turquía en Bagdad.